miércoles, 30 de abril de 2014
Descripción botánica y fisiológica
Las flores de las leguminosas pueden variar de tamaño, teniendo el cáliz cinco sépalos (raramente tres o seis) y la corola cinco pétalos libres o parcialmente unidos.
Las inflorescencias pueden aparecer como flores solitarias en racimos terminales o axilares, modificándose a veces hasta parecer cabezuelas o incluso umbelas.
Los frutos disponen de un gineceo súpero, monocarpelar, con desarrollo muy variable y tendencia a la reducción en el número de óvulos.
En las raíces predomina el sistema primario, a menudo profundas y casi siempre con nódulos poblados de bacterias del género Rhizobium que asimilan el nitrógeno atmosférico.
Las leguminosas, efectivamente, ponen en marcha, con ciertas bacterias del suelo, la fijación simbiótica del nitrógeno que convierte el nitrógeno atmosférico (N2) en nitrógeno mineral que puede ser asimilado por la planta, siendo este nitrógeno la clave de la productividad y la competitividad agraria.
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